Mientras los medios siguen centrando su atención hacia las diferencias raciales en Estados Unidos, las regiones más grandes y con mayor diversidad racial sigue en ascenso hacia el alza de la comunidad latina por todas partes.
Las razones se deben a que la población blanca de Estados Unidos está envejeciendo rápidamente y no está contribuyendo al aumento en el número de jóvenes blancos para la nación.
Según las estadísticas, para julio del 2014, se muestra que la edad media de los blancos ha llegado a un máximo histórico de 43,1%, mientras que la edad promedio nacional es de 37,7. Por su parte, para los hispanos la edad media es de 28,5; y para los de dos o más razas es de 19,8.
El impacto sobre el envejecimiento de la raza blanca es mayormente dramática para la población de los 20 años de edad. Entre este grupo, que incluye la generación del milenio finales, ahora en su adolescencia, y la generación post-milenario emergentes, hubo una disminución absoluta en el número de blancos entre el 2010 censo y 2014.
Según reza el libro “La Diversidad de Explosión” la disminución de jóvenes blancos ya era bastante evidente desde la última década. Los blancos han dejado de tener hijos, pero el envejecimiento de la población significa que proporcionalmente existen menos mujeres en edad de procrear. En un futuro, más blancos envejecerán de población más joven del país que va a nacer en ella.
Según nuevos datos, se muestra que dicho patrón se mantiene, al menos en el corto plazo, lo que lleva a la disminución progresiva de la población más joven en los Estados Unidos en general, en contraparte a la ganancia de las minorías en la población con edades comprendidas entre los 20 o menores a estos,son más pequeñas que las pérdidas blancas.
María Fernanda González/EV Houston / Foto: Referencial