
“Quiero decirles a todos los guatemaltecos que estoy aquí, que voy a dar la cara. Seguiré al frente del país, no voy a huir”, aseguró el presidente guatemalteco Otto Pérez Molina, quien retó de este modo en tono enérgico a sus detractores.
Asimismo, aseguro que no renunciará, a pesar que la Fiscalía lo vincula directamente con un caso de corrupción por estafa fiscal.
Según una investigación de la Fiscalía y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un ente adscrito a la ONU, Pérez y la detenida ex vicepresidente Roxana Baldetti encabezaban una mafia denominada “La Línea”, que cobraba sobornos a empresarios para evadir impuestos aduaneros.
La renuncia de Baldetti el pasado 8 de mayo, salpicada por el escándalo de corrupción, se encuentra actualmente en prisión preventiva luego de que un juez la relacionara con el proceso judicial. Por su parte, Pérez podría ser investigado por la Justicia del Congreso para quitarle la inmunidad.
“Enfrentaré el proceso de antejuicio (sobre el retiro de su inmunidad) porque no tengo nada que esconder”, aseguró el mandatario, en respuesta a miles de manifestantes que la víspera llenaron la Plaza de la Constitución en el centro de la capital, apoyados por empresarios, que cerraron sus negocios.
Por su parte, la resistencia de Pérez para entregar la presidencia cayó mal a los ciudadanos quienes se mostraron indignados, quienes aseguran sentirse frustrados por el cobro de sobornos en aduanas y otros escándalos destapados estos últimos meses.
“Esta necedad ya sobrepasó la frontera de la irracionalidad. Ese señor, Pérez Molina, quien dice ser presidente del país, ya no lo es, porque el pueblo ya lo despidió”, dijo una ciudadana entrevistada durante las concentraciones.
A la lista de casos de corrupción revelados bajo la gestión de Pérez se suma el arresto en mayo de los jerarcas del Banco de Guatemala (central), Julio Suárez, y del Seguro Social, el militar Juan de Dios Rodríguez, cercano a Pérez, por la sobrefacturación en un contrato de 15 millones de dólares en la compra de medicamentos.
María Fernanda González/EV Houston / Foto: Referencial