El presidente Obama ha solicitado en forma explícita al Congreso de los Estados Unidos que levante el embargo que pesa sobre Cuba desde hace más de medio siglo.
“Pido al Congreso que escuche a los cubanos y levante el embargo”, dijo Obama en una conferencia de prensa en la que anunció oficialmente el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con La Habana. Aunque no dio cifras, el mandatario confirmó la inminente reapertura de embajadas en Washington y La Habana, cerradas desde el año 1961. “Nadie pensó que medio siglo después de aquella decisión continuarían cerradas”, dijo Obama.
El presidente profundizó ideas que ya había delineado en diciembre, cuando anunció el inicio de negociaciones para reactivar las relaciones diplomáticas con la isla. Reconoció que Estados Unidos se había aferrado durante 50 años a una política que “no dio resultados”.
El jefe de Estado advirtió, no obstante, que “la transformación no será de la noche a la mañana”. “Pero trabajando con ellos es la mejor manera de promover nuestros intereses y defender los valores de los EEUU”, agregó.
Tanto Obama como el secretario de Estado, John Kerry, quien habló después que el presidente, coincidieron en que ambos países seguirán manteniendo diferencias en aspectos como la libertad de expresión y los derechos humanos.
Sin embargo, Kerry aseguró que las dos delegaciones también identificaron “áreas de cooperación”, como en cuestiones de telecomunicación y migración.
Obama anunció que el secretario de Estado viajará pronto a Cuba, donde reabrirá oficialmente la embajada de los EEUU en el edificio que su país tiene frente al malecón habanero. “Hace un año parecía imposible que Estados Unidos izara su bandera en La Habana”, señaló.
Kerry, por su parte, destacó el cambio de política que impulsó el presidente para poner fin a las hostiles relaciones entre Washington y La Habana. “Esta transición se está llevando a cabo porque el presidente Obama tomó una decisión para cambiar una política que no funcionaba”.
“Eso es verdadero liderazgo”, subrayó el diplomático norteamericano, quien consideró que este anuncio significa “un paso importante” para el proceso de entendimiento entre los dos países.
Obama adelantó que Estados Unidos tendrá personal cubano trabajando en su embajada e instó a dejar atrás las hostilidades: “Somos vecinos… ahora podemos ser amigos”.
El embargo, el gran obstáculo
El embargo económico y financiero a Cuba se apoya en un enorme enmarañado legal codificado en ley, de forma que solamente el Congreso tiene en sus manos la llave para desactivarlo.
Con sus 40 páginas de extensión, la llamada “ley LIBERTAD”, conocida simplemente como Helms-Burton, es la compilación de todas las sanciones vigentes hacia Cuba.
Esa ley determina las restricciones al comercio y los viajes, el veto de Washington a la participación de Cuba en organismos multilaterales y sanciones a empresas estadounidenses o de terceros países que inviertan en Cuba, entre numerosos otros dispositivos.
El 17 de diciembre pasado, al anunciar el inicio de las negociaciones con Cuba sobre relaciones diplomáticas, Obama expresó claramente que deseaba el fin del embargo, al que calificó como una política “que no dio resultados”.
Sin embargo, con las dos cámaras del Congreso controladas por el opositor partido Republicano, Obama no ha sido capaz de hacer aprobar una amplia reforma del sistema migratorio, un escenario que abre dudas sobre su capacidad de convencer al Capitolio de la conveniencia de remover el embargo a Cuba.
El otro expediente que resta pendiente será la negociación bilateral por el enorme número de reclamos legales en Estados Unidos por propiedades expropiadas por el gobierno cubano en la década de 1960.
En la actualidad existen 5.911 reclamos abiertos en Estados Unidos, por parte de empresas y ciudadanos tanto cubanos como estadounidenses, por propiedades expropiadas en Cuba, concesiones y bienes perdidos, que de acuerdo a cálculos suman en la actualidad entre 7.000 y 8.000 millones de dólares.
Con información de Agencias
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