“Estamos profundamente preocupados por los informes sobre detenciones de activistas pacíficos por parte de autoridades cubanas este domingo. La embajada estadounidense (en La Habana) ha confirmado estos informes”, afirmó a la agencia de noticias EFE un vocero del Departamento de Estado, que pidió el anonimato.
“Estados Unidos seguirá criticando las violaciones de derechos humanos y abogando por los derechos de asamblea pacífica, asociación y libertad de expresión y religión”, aseguró. “Seguiremos expresando nuestro apoyo a una mejora de las condiciones de derechos humanos y a reformas democráticas en Cuba”, agregó.
Distintos representantes de la oposición interna cubana confirmaron este lunes en La Habana que durante el fin de semana se produjeron en toda la isla más de un centenar de detenciones de activistas en diferentes marchas y manifestaciones, aunque ya todos están en libertad. Esto ocurrió días después de la visita del secretario de Estado de los EEUU, John Kerry.
Durante su discurso en la reapertura formal de la embajada estadounidense en La Habana, el pasado viernes, Kerry subrayó que el pueblo cubano viviría mejor “con una democracia genuina, donde la gente sea libre de elegir sus líderes, expresar sus ideas, practicar su fe” y donde “se permita prosperar a la sociedad civil”.
En sus reuniones con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, y con disidentes en la isla, Kerry sostuvo, además, que no será posible que el Congreso estadounidense levante el embargo si el régimen cubano no avanza en el respeto a los derechos humanos.
Con ese mensaje, Kerry utilizó el embargo, un reclamo imprescindible para Cuba, para aumentar la presión sobre el gobierno de Raúl Castro en un área donde ambos países tienen grandes diferencias y es difícil que haya cambios importantes.
Con información de Agencias
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