Lo que comenzó a principios de la década de los 80 como un pequeño restaurante mediterráneo para atender las necesidades de un sector que sufría por las carencias gastronómicas de sus raíces, muy pronto se convirtió en este maravilloso conglomerado gastronómico que hoy dispensa los mejores productos provenientes de más de 50 países, gracias a la visión, esfuerzo y perseverancia de su fundador, Bob Tcholakian y el apoyo de su esposa e hijos.
Es por eso que en sus tiendas (una en el oeste de la ciudad y la otra en centro) conseguimos prácticamente lo que nos provoque, sobre todo, si es calidad lo que estamos buscando. Es así que conseguimos, además de toda la línea de productos que importa mi empresa Eatprimefoods (disculpen la cuña), encontramos una inmensa variedad de quesos y charcuterías.
Arroces de todas partes del mundo, así como toda clase de condimentos exóticos, carnes Halal, pescados frescos y Boquerones españoles son alguna de las exquisiteces que pueden encontrar en sus muy surtidas tiendas, pero si algo particularmente me encanta es el pan pita, que como el Sr. Bob me explicó en una oportunidad al preguntarle por qué son tan ricos: “bajan diariamente del cielo”, refiriéndose a esa espectacular correa que transporta, desde el segundo piso, los más de 90 mil paquetes de pan pita que hacen y venden mensualmente.
El baguette o pan francés, para mí, es el mejor de la ciudad… “¡Por fin lo conseguí!”. Les recomiendo acompañarlo con nuestro salchichón ibérico pata negra o nuestro salmón noruego ahumado y cualquiera de los aceites de oliva que disponen, que por cierto, son muchos.
Otra cosa espectacular es la pastelería tipo francesa y mediterránea, donde destacan las palmeritas que tanto me recuerdan mi tierra y un gran surtido de dulces árabes que provoca llevarlos todos.
Los refrigeradores están colmados de delicias que preparan a diario para facilitarnos el trabajo en casa. Vinos, cervezas y refrescos de todo el mundo, son otros de los más de 20 mil productos que disponen en sus tiendas, donde también, destacan la gran cantidad de productos latinoamericanos y muy en particular, venezolanos, así que se convierten en una gran alternativa para nosotros.
El salad bar y el bar de aceitunas, es algo que les recomiendo no dejar de visitar. Para no olvidar sus inicios, siguen teniendo de la mano de la propia Sra. Tcholakian el restaurante mediterráneo que les abrió las puertas de Houston (al lado del local de Westheimer) donde pueden conseguir todas las especialidades de esas tierras, y otro restaurante al lado de la tienda del Centro, donde disponen además, de una comida mas casual-americana.
CONTACTO: www.phoeniciafoods.com
PRECIO: Muy variado
OCASIÓN: Para darte un gusto en casa en #undiacualquiera o, si tienes flojera, comerte algo rico en cualquiera de sus restaurantes.
RECOMENDACIÓN: Los mediodía están siempre full, así que una buena medida es pasar temprano a buscar lo que te quieras llevar para almorzar, así podrás escoger con más calma.
TIP DE LA SEMANA: Con todos los sentidos que disponemos para poder disfrutar lo que la vida nos dispone, por qué no probar todas esas exquisiteces que lugares como este nos tienen a la orden. Por ejemplo, y porque como buen “goldito” soy amante de la mantequilla, siempre compro una diferente hasta haberlas probado todas y decidir entonces cuál es la que mas me gusta. No tengan miedo de probar, es la única manera de saber si nos va a gustar.
¡Recuerda, vive la experiencia en positivo y disfruta los resultados!
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Manuel Guzmán-López / Fotos: Cortesía