El armamento, entregado como donación, “mejorará las capacidades de respuesta al terrorismo de Filipinas y ayudará a proteger a las tropas que participan activamente en operaciones de contraterrorismo en el sur”, declaró la embajada de Estados Unidos a través de un comunicado.
Las Fuerzas Armadas del país asiático confirmaron que entregarán el armamento a sus soldados que luchan desde hace 13 días contra miembros del Grupo Maute, una guerrilla local afín al EI, y otros yihadistas en Marawi, en la región de Mindanao Musulmán.
Los rebeldes tomaron el pasado 23 de mayo parcialmente la ciudad y quemaron una comisaría, un colegio, una cárcel y una iglesia, además de capturar a civiles como rehenes y desfilar por las calles con las banderas negras del EI.
Las Fuerzas Armadas recuperaron la mayor parte de la ciudad en los primeros días, pero desde entonces han tratado sin éxito de doblegar con bombardeos, ataques aéreos y operaciones sobre el terreno a los yihadistas, que permanecen atrincherados en tres barrios del centro de la ciudad.
El arsenal, que el Ejército filipino recibió durante una ceremonia en Manila, está compuesto por 300 rifles de asalto M4, 200 pistolas Glock 21, cuatro ametralladoras Dillon M134D con sistema Gatling y 100 lanzagranadas M203.
La donación llega después de que el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, criticara la entrega de equipos militares de segunda mano de EE.UU. y asegurara que no los iba a aceptar más.
En todo caso, el lote de armamento entregado esta vez por Washington se compone exclusivamente de piezas nuevas.
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