Fuentes oficiales confirmaron que se trató de un carro que llevaba explosivos dentro y que el mismo fue detonado en el estacionamiento del edificio al que una gran afluencia de clientes acudían. Poco tiempo después el Estado Islámico reivindico el atentado.
La agencia de propaganda yihadista Amaq vinculada al Estado Islámico indicó que el ataque suicida había tomado como blanco “una reunión de chiítas”. El EI considera que los miembros de la mayoría chiíta son herejes y los atacan con frecuencia.
El ataque dejó además de víctimas fatales, 30 heridos, y fue perpetrado en el barrio Karrada del centro de la capital, días después de iniciarse el ayuno religioso de Ramadán, durante el cual los iraquíes salen hasta tarde y van de compras tras poner fin al ayuno diario.
Imágenes difundidas en las redes sociales muestran el impacto devastador de la explosión en torno a la heladería Al Faqma que quedó rodeada de escombros.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: Twitter