
El ataque tuvo lugar en la provincia de Minia, coincidiendo con la ofensiva lanzada hace meses por la rama egipcia del grupo yihadista Estado Islámico contra la minoría copta de Egipto.
La organización extremista quiere multiplicar los ataques contra esos cristianos que representan cerca del 10% de los 90 millones de ciudadanos egipcios.
El ministerio del Interior aseguró que los asaltantes iban a bordo de tres pick-up cuando abrieron fuego contra el autobús que se dirigía al monasterio de San Samuel, a más de 200 km al sur de la capital, antes de darse a la fuga.
El ataque dejó 28 muertos, según el ministerio de Salud, citado por la televisión estatal, a la que un responsable de ese ministerio explicó que un “gran número” de víctimas eran niños.
En respuesta, la fuerza aérea egipcia bombardeó campos de entrenamiento de yihadistas en Derna, en Libia. Testigos en el lugar dijeron que se efectuaron cuatro bombardeos en esa ciudad controlada por una milicia ligada a Al Qaeda.
Un portavoz del Majless Muyahidin Derna, que controla la ciudad, declaró en las redes sociales que se habían producido ocho bombardeos aéreos contra, sitios de civiles únicamente.
“Egipto no dudará en atacar los campos terroristas, dentro o fuera del país”, expresó el presidente egipcio Abdel Fatah Al Sisi en un mensaje televisado.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE