Desde el pasado 22 de mayo hasta el 4 de junio inició la campaña anual del Departamento de Transporte de Texas (TxDOT) “Abroche o Pague” en todo el estado.
La misma fue creada hace quince años y exhorta a los residentes a abrocharse los cinturones y para ese entonces solo el 76% de los residentes de Texas utilizaban el cinturón de seguridad.
En este sentido, la Administración Nacional del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) ha detallado que dicha campaña a salvado casi 5,068 desde su creación. Sin embargo, del 2015 al 2016 se observó un incremento del 9% en el número de muertos por no usar el cinturón de seguridad.
De igual forma, la NHTSA ha indicado que “abroche o pague” ha prevenido más de 86,000 lesiones graves y le ha ahorrado al estado de Texas más de $19.3 mil millones en gastos económicos.
Sin embargo, hoy en día, casi 92% se abrochan el cinturón de seguridad, pero solo 8 por ciento no lo hace, y la cantidad de personas que no se abrochan el cinturón de seguridad se duplica a 16 por ciento durante la noche”.
Según los datos, durante el 2016, 994 personas murieron por no llevar el cinturón de seguridad abrochado, lo que se traduce en un aumento del 9% con respecto a las 908 muertes registradas en el 2015.
En Texas, las leyes exigen que todos los que viajen en un vehículo se abrochen el cinturón de seguridad o se enfrentarán a multas y costos de tribunal de hasta $200.
Los niños menores de 8 años tienen que estar en un asiento de seguridad para niños o asiento para niños más grandes a menos que midan más de 4 pies 9 pulgadas. Si no están abrochados como es debido, el conductor puede recibir multas de hasta $250 más los costos de tribunal.
Es importante destacar, que abrocharse el cinturón de seguridad aumenta en un 45 por ciento las probabilidades de sobrevivir en un coche, y hasta 60 por ciento en una camioneta.
Agencias / Foto: Referencial