El lanzamiento del misil desde la costa este es la segunda prueba de cohete en una semana.
El líder norcoreano Kim Jong-un supervisó la prueba del Pukguksong-2, verificando a su vez el funcionamiento de un motor de combustible sólido, y ordenó su despliegue, así lo indicó la agencia estatal de noticias KCNA.
Recordemos que Pyongyang ha desafiado de esta manera los llamados a contener sus programas nucleares y balísticos, incluso los procedentes de China, su principal aliado, diciendo que las armas son necesarias para defenderse contra la agresión de Estados Unidos.
Funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que la prueba no demuestra que Corea del Norte tenga nuevas capacidades armamentísticas y mucho menos que la nación asiática pueda amenazar directamente a Washington.
Se debe resaltar que Washington ha tratado de persuadir a China para acordar nuevas sanciones contra Corea del Norte, ya que esta ha lanzado decenas de misiles y ha probado dos bombas nucleares en lo que va de año.
La nueva prueba también podría alterar la dinámica del plan de Moon para revisar el polémico despliegue del sistema estadounidense de Defensa Aérea de Alta Altitud Terminal en territorio surcoreano, y al que actualmente se opone China.
El lanzamiento verificó la confiabilidad y precisión del funcionamiento del motor de combustible sólido y la separación de etapas y la orientación en la fase final de vuelo de la ojiva, así lo destacó KCNA.
Se pudo conocer que el misil voló unos 500 kilómetros y alcanzó una altitud de 560 kilómetros, antes de caer en aguas de la costa este de Corea del Norte.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE