
La ministra de Interior británica, Amber Rudd, se quejó de que varios datos fueran compartidos con el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos y con otras agencias de inteligencia y que estos los filtraron a la prensa estadounidense.
Poco tiempo después de la declaración, el diario The New York Times volvió a publicar una exclusiva difundiendo fotos del lugar del atentado y los restos que quedaron de la bomba utilizada.
Las fotos habían sido captadas por la policía y según fuentes ligadas al gobierno británico fueron compartidas con agencias estadounidenses, que fueron quienes filtraron la información.
“Estamos furiosos. Esto es completamente inaceptable”, dijo una fuente del gobierno.
“Estas imágenes filtradas desde dentro del sistema estadounidense son una molestia para las víctimas, sus familias y para la opinión pública en general (…) La policía británica ha sido muy clara en decir que quiere controlar el flujo de información para proteger las labores operacionales (…) el elemento sorpresa”, dijo Rudd a la cadena BBC.
“Por este motivo es muy irritante cuando se filtra por otras fuentes y yo he sido muy clara con nuestros amigos de que esto no puede volver a suceder”, afirmó.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE