
La adolescente, en el momento del hecho tenía 15 años, fue detenida en enero del pasado año en su domicilio, el cual está ubicado a 65 km al oeste de Copenhague.
La policía había sido avisada por su familia, que estaba preocupada por los sospechosos experimentos químicos que la chica llevaba a cabo en el sótano de la vivienda.
Durante el registro, los investigadores encontraron “una botella de peróxido de hidrógeno, una botella de ácido cítrico, una botella de acetona y un cubo de plástico con residuos desconocidos”, todos estos adquiridos en una tienda de productos de belleza.
Los investigadores descubrieron que la adolescente se había convertido al islam unos meses antes, y que la misma, había escrito que planeaba hacer estallar bombas en su antigua escuela primaria y en una judía de Copenhague.
Según los expertos, los productos que había recabado para producir peróxido de acetona (TATP) no habrían sido suficientes para componer una bomba realmente peligrosa, pero el tribunal de Holbaek consideró determinante la intención criminal y sus motivos
Las autoridades aseguraron que la joven había dejado por escrito, en papel y en internet, varias señales de su adhesión a la ideología del grupo EI, al punto de que llegó a intentar ponerse en contacto con sus responsables por medio de Twitter.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: Twitter