El escándalo comenzó cuando un inspector vial de Portland detectó que Uber utilizaba un programa para evadir a policías y autoridades de transporte. Primero la ciudad de Oregon inició un expediente sobre el caso, reseño Infobae.
A raíz de esto, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos anunció la investigación penal de la aplicación.
El software, llamado Greyball, le permitió a la empresa expandirse a muchas ciudades donde no tenía autorización para operar —como Oregon, donde la obtuvo en 2015— ya que alertaba a los conductores sobre la ubicación de policías e inspectores de transporte.
Uber utilizó este recurso desde 2014, pero en marzo de 2017, The New York Times denunció el hecho. La empresa de viajes contrató a la firma legal Shearman & Sterling para realizar su propia investigación interna.
Como parte de los recursos de Uber para erradicar a los usuarios que incurrían en Violación de Términos de Servicio, Greyball tenía este uso accesorio. Se utilizó en ciudades como Boston, París y Las Vegas, y en países como Australia, China, Italia y Corea del Sur.
La investigación penal del Departamento de Justicia implica un problema de importancia para la compañía de Travis Kalanick, que ya tiene muchos, tanto en los tribunales —acusación de robo de tecnología— como financieros —excesivas rondas de capitalización—y tanto administrativos como de imagen.
Uber ha recibido una orden de presentación de documentación ante un gran jurado, que es la institución que determina la comisión de un delito grave para habilitar la realización de un juicio.
Infobae / Foto: referencial