Los ejercicios son desarrollados en el condado de Pocheon, al norte de Seúl y a 30 kilómetros de la frontera con Corea del Norte, donde unas maniobras previamente programadas son llevadas a cabo como parte de unos simulacros conjuntos que Seúl y Washington llevan a cabo cada año en primavera.
Unos 30 helicópteros, 90 tanques y vehículos acorazados, una treintena de cazas y unos 2.000 efectivos de ambos bandos participan en estos ejercicios que simulan una respuesta relámpago a un ataque norcoreano.
Durante el simulacro de un ataque norcoreano sobre el ejercito de Corea del Sur también son desplegadas varias unidades de lanzacohetes múltiples M270 de Estados Unidos, una lanzadera motorizada y acorazada que disparó multitud de proyectiles durante este juego de guerra.
Este ejercicio, de EE.UU. y Corea del Sur se produce apenas un día después de que el régimen de Kim Jong-un celebrara el 85° aniversario de su Ejército con su mayor ejercicio artillero hasta la fecha.
Unos 300 cañones autopropulsados, aviones y submarinos están presentes en estas maniobras.
El panorama de tensión que se vive en la península coreana a raíz de las continuas pruebas de misiles norcoreanos y la subida de tono en la retórica de Washington se ve acrecentado por este tipo de maniobras bélicas a ambos lados del paralelo 38.
Además, Washington ha decidido enviar a su portaaviones de propulsión nuclear USS Carl Vinson y a su flota de ataque para realizar maniobras conjuntas en la región hacia finales de semana.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE