El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó hoy la resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) que declara que en el país caribeño hay “una grave alteración inconstitucional” y la acusó de pretender convertirse en un “tribunal de inquisición” para perseguir a su país.
“No tiene nada que ver con Venezuela, un comunicado insulso inoperativo que lo que sí tiene un efecto en Venezuela es una gran indignación y un gran rechazo, yo llamo al pueblo de Venezuela para que rechacemos esas políticas intervencionista”, dijo Maduro en cadena obligatoria de radio y televisión.
Asimismo, rechazó lo que calificó como un “golpe de Estado” dado a Bolivia, luego de que Honduras tomara su lugar en la presidencia del Consejo Permanente este lunes durante la sesión por la ausencia de este.
El jefe de Estado venezolano indicó además que se pretender convertir a la OEA en un “tribunal de inquisición para perseguir a Venezuela”.
“Vade retro Satanás, va de retro OEA, vete de aquí OEA, saca tus manos inmundas llenas de sangre de la Venezuela y la patria bolivariana, repudiamos y rechazamos el golpe de Estado en la OEA”, dijo con la Constitución en mano.
Para Maduro, lo que sucedió hoy en la sede de la OEA fue algo “insólito” y un “bochorno”, pues aseguró, se rompieron “todas las reglas de juego mínimas”.
Dijo que hay una “concepción extremista” en los Gobiernos de la “derecha latinoamericana” y se mostró seguro de que hay países que están siendo “presionados”.
Según Maduro, Venezuela es el pilar fundamental de 18 países en la región e indicó que dio órdenes para fortalecer “todos los aspectos energéticos” en Petrocaribe.
El mandatario venezolano ofreció estas declaraciones luego de señalar que el país ha tenido un primer trimestre “muy bueno” en todos los ámbitos de la vida nacional y que a pesar de la desesperación de la “derecha” el pueblo venezolano “va saliendo adelante”.
Hoy 17 países de 21 presentes en sesión de la OEA aprobaron una declaración que afirma que en Venezuela hay una “grave alteración inconstitucional del orden democrático” y exige al Gobierno de Nicolás Maduro que restaure “la plena autoridad” de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.
Sin embargo, el embajador de Venezuela, Samuel Moncada, quien se retiró de la sesión, advirtió que cualquier cosa que fuera aprobada en esta sesión no sería tomada en cuenta por su Gobierno al considerar que la reunión era “ilegal”.
Sobre este punto, el presidente Maduro felicitó a Moncada por su actuación.
EFE / foto: EFE