Este viernes el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, negó contundentemente que haya ocurrido una “ruptura del orden constitucional” en su país y aseguró que “el mundo está loco”, en relación a las reacciones de los diferentes países tras el golpe del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) mediante el cual asumió las funciones del parlamento venezolano.
Durante un acto con sus seguidores en la Clausura de la Expo Digital 2017, el mandatario venezolano indicó que “en Venezuela hay plena vigencia de la Constitución, de los derechos civiles y políticos, de los derechos humanos y del poder popular”.
Asimismo, aprovechó para emitir su opinión sobre las afirmaciones realizadas por la fiscal de su país, Luisa Ortega Díaz, quien tras la decisión del TSJ le ha dado la espalda al chavismo al decir que este ha violado la Constitución de su país.
“No sabía nada del pronunciamiento que iba a hacer la fiscal. Tengo mi opinión como jefe de Estado de una y otra cosa. Como dicen que aquí hay una dictadura, que Maduro controla todos los poderes, debe ser que entonces yo le escribí el discurso a la fiscal, entonces Maduro está loco”, expresó el mandatario.
“Locademia de policías, la película aquella. El mundo está loco, loco, loco. En Venezuela hay poderes públicos legítimos constitucionales. Yo actúo de acuerdo a los mandatos de la Constitución y del TSJ”, añadió Nicolás Maduro.
“En Venezuela la única ruptura del orden constitucional la encabezó y la protagonizó la derecha fascista que controla la Asamblea Nacional, el 11, 12 y 13 de abril del año 2002, y la avaló el secretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos entonces”, dijo el jefe de Estado haciendo referencia al mes de abril de ese año, cuando se intentó retirar a Hugo Chávez del poder.
La noche del miércoles, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, a la que la oposición acusa de servir al gobierno de Nicolás Maduro, asumió las funciones de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, lo que desató fuertes críticas de la comunidad internacional.
Siete de los países que integran la Unión de las Naciones Suramericanas (Unasur) condenaron la decisión del Tribunal Supremo y reclamaron que se respete el estado de derecho y la separación de poderes.
Las medidas del régimen de Nicolás Maduro llegan en un momento en que Venezuela atraviesa por una grave crisis económica, con escasez de bienes básicos y una inflación que el FMI proyecta en 1.660% al cierre del año 2017.
Iveth Villalobos / EV Houston / El Comercio Perú / Foto: EFE