Trump no ha revelado las grandes líneas de las operaciones a venir contra el grupo Estado Islámico y Al Qaeda, ni optó por alguna de las alternativas ofrecidas en el plan de acción que le transmitió El Pentágono a finales del pasado mes de febrero.
Sin embargo, otorgó amplios poderes a Mattis y a los jefes castrenses.
Mattis, presidente de la Comisión de Fuerzas Armadas del Senado, indicó sentirse feliz por los militares, ya que estos “no tendrán que pedir” permiso a los funcionarios de la Casa Blanca “para responder un ataque en Afganistán”.
Por otro lado, El Pentágono mantiene discreción en este nuevo modo de funcionamiento, pero sus responsables han confirmado que gozan de mayor autonomía que en el pasado.
Según diversas fuentes, el jefe de Estado dio más autonomía a Joe Votel, jefe de las fuerzas estadounidenses en el Medio Oriente, para atacar a Al Qaeda en Yemen con drones armados.
Dicha decisión contrasta con la del ex presidente Obama, que siempre procuraba conservar un control estrecho sobre los ataques con drones llevados a cabo en Estados Unidos.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE