La medida tiene como objetivo disuadir a las familias de inmigrantes de cruzar la frontera con México y, por otro lado, combatir la explotación de menores.
“Estamos tratando de encontrar formas de disuadir el uso de niños para la inmigración ilegal. Vemos a niños a los que esencialmente secuestran y utilizan para llegar hasta aquí y quedarse”, dijo a CNN un alto cargo del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), encargado de la seguridad fronteriza y de la inmigración.
La medida que está siendo estudiada permitiría a las autoridades mantener a los padres recluidos en centros de detención para inmigrantes mientras transfieren a los menores a los servicios sociales o a familiares que ya estén viviendo en el país.
En la actualidad, a las familias detenidas normalmente se las deja en libertad a la espera de la resolución de su caso migratorio.
“La gente se está aprovechando del sistema”, añadió el cargo del DHS, quien a su vez indicó que algunos padres exponen a los niños a peligrosas travesías y a traficantes de personas, mientras que otros aseguran tener una relación parental con los menores que no es cierta.
Un portavoz del DHS, David Lapan, expresó por medio de un comunicado a EFE que la agencia “sigue explorando opciones que puedan desalentar (a padres o familiares) de empezar el viaje”.
El Gobierno del ex presidente Barack Obama también valoró la medida pero finalmente la descartó “por ir en detrimento de la seguridad de los niños”, según un excargo del Departamento de Justicia, Leon Fresco, citado por CNN.
Durante el pasado año fiscal 2016, que concluyó el pasado 30 de septiembre, la Patrulla Fronteriza detuvo a 77.674 indocumentados que cruzaron con sus familias desde México, más del doble de los 39.838 del periodo anterior.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE