Por medio de un comunicado divulgado por el Ministerio británico de Exteriores el Gobierno reconoce las “fuertes” opiniones que la visita pueda provocar, pero que no comparte la petición firmada por 1,8 millones de personas, en la que se pide que Donald Trump no vaya al Reino Unido ni sea recibido por la reina Isabel II.
El Parlamento británico tiene previsto debatir el próximo día 20 esta petición, al haber superado las 100.000 firmas reglamentarias para que sea analizada por los diputados.
Durante su visita a Washington el pasado 27 de enero, la primera ministra, Theresa May, invitó a Donald Trump a visitar el Reino Unido para ser recibido por la reina, en momentos en que el Gobierno confía en poder alcanzar un acuerdo comercial con Estados Unidos de cara al “brexit”, la salida británica de la Unión Europea (UE).
En la nota, el Ministerio de Exteriores subraya que la invitación fue aceptada por Trump y que ella “refleja la importancia de la relación entre Estados Unidos y el Reino Unido. En este momento, las fechas definitivas aún tienen que ser acordadas para la visita de Estado”.
El previsto viaje de Donald Trump a Londres ha provocado también polémica en el Parlamento, donde el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, manifestó abiertamente su oposición a que el presidente hable ante diputados y lores en el histórico Westminster Hall, la zona más antigua del Palacio de Westminster.
Bercow expresó recientemente sus críticas al decreto migratorio de Donald Trump del mes pasado para impedir la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de varios países de mayoría musulmana.
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