El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, dio la cifra de detenidos en un comunicado, y subrayó que “aproximadamente el 75% de las 680 eran “inmigrantes criminales”.
Esos “criminales” estaban “condenados por distintos delitos, entre ellos homicidio, abuso sexual con agravantes, asalto sexual a un menor, actos lascivos o indecentes hacia un menor, narcotráfico, agresión física, asalto, manejar bajo la influencia del alcohol y cargos relacionados con armas”, afirmó Kelly.
“Estas operaciones se dirigieron a (detener a individuos que representaran) amenazas a la seguridad pública, como inmigrantes criminales con sentencias en su contra y miembros de bandas criminales”, subrayó Kelly.
Además, de resaltar que las operaciones buscaban detener a “individuos que han violado las leyes de inmigración de nuestro país, incluidos los que volvieron a entrar ilegalmente al país después de ser expulsados y a fugitivos a los que jueces federales de tribunales migratorios habían ordenado deportar”.
Añadió que Trump ha instruido a sus agencias a “centrarse en deportar a inmigrantes indocumentados que han violado las leyes de inmigración, con un enfoque específico en los que presenten amenazas a la seguridad pública”.
Sin embargo, Kelly no precisó cuántos de los inmigrantes detenidos han sido o serán deportados y cuántos de ellos se enfrentarán a procesos penales en Estados Unidos.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE