El miércoles en horas de la noche la policía alemana detuvo en la ciudad de Gotinga, a un argelino y un nigeriano por estar presuntamente implicados en un posible atentado, así lo anunciaron fuerzas de seguridad.
El argelino de 27 años, y el nigeriano, de 23, fueron considerados por las autoridades como potenciales terroristas, ambos residen con sus familias en Gotinga, estado federado de Baja Sajonia, y forma parte desde hace tiempo del entorno salafista.
Durante el operativo, en el que participaron aproximadamente 450 agentes de unidades especiales, se registraron once inmuebles en Gotinga y otro más al norte del estado federado de Hesse.
Según Volker Warneke, portavoz de la policía de investigación criminal de Gotinga, los agentes incautaron de varias armas, munición y banderas con símbolos de la organización terrorista Estado Islámico (EI).
Desde marzo del pasado año se llevaba a cabo una investigación contra estos dos hombres y su entorno, la cual determinó que existían indicios de que ambos estuvieran preparando un atentado.
El grupo encargado de la instrucción, estuvo integrado por siete agentes, y concluyeron el pasado fin de semana que la amenaza de que los dos sospechosos pudieran perpetrar un atentado inminente se había concretado, lo que obligó a actuar de inmediato.
En tanto, el ministro del Interior de Baja Sajonia, Boris Pistorius, calificó el operativo de “golpe importante contra el entorno” salafista y celebró en una comparecencia ante la prensa el trabajo de los organismos de seguridad, que supieron determinar el “momento preciso para actuar”.
Es “un claro mensaje a todos aquellos que consideran que con una perspectiva totalmente fanática de su religión pueden amenazar nuestra vida y nuestra libertad”, agregó el ministro y advirtió a “estos terroristas criminales” que “el Estado de derecho se defenderá” y puede hacerlo, porque tiene las herramientas para ello.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE