La esposa del mandatario, Melania, y su hijo Barron, siguen viviendo en la Torre, en un tríplex que ocupa los tres últimos pisos del edificio, donde el magnate prevé ir regularmente.
El jefe de Estados siempre se encuentra acompañado de personal militar, especialmente de quienes le permiten poder dar luz verde en cualquier momento a un ataque nuclear.
Por lo que esta decisión del Pentágono es potencialmente comprometedora para la administración estadounidense, ya que podría alimentar la polémica sobre los conflicto de intereses de Trump.
Tras su elección, Trump se negó a vender sus activos, razón por la cual los transfirió a un fondo cuya gestión fue confiada a sus dos hijos mayores.
“Para poder cumplir la misión que le incumbe” con el presidente del país, el Departamento de Defensa quiere alquilar “una extensión limitada de espacio en la Torre Trump, siempre y cuando se cumpla con todas “las exigencias legales”, indicó el miércoles el teniente coronales James Brindle.
“Este espacio es necesario para el personal y el equipamiento que apoyarán al presidente durante sus estancias en su residencia” neoyorquina, añadió.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE