Un día después de que aparecieran afiches en su contra en las plazas más concurridas de Roma, el papa Francisco pidió a los cristianos alejarse de la envidia y la difamación, además, ratificó nuevamente su condena al aborto y la eutanasia.
“La misión de los cristianos en la sociedad es dar sabor a la vida con la fe y el amor que Cristo nos ha donado, y al mismo tiempo alejar los gérmenes contaminantes del egoísmo, la envidia y la difamación”, aseveró el sumo pontífice el domingo durante el tradicional rezo del Ángelus dominical.
Y agregó “Estos gérmenes arruinan el tejido de nuestra comunidad, que deben en cambio brillar como lugares de acogida, solidaridad y reconciliación”.
Antes de finalizar el pontífice destacó que “Para cumplir esta misión, hace falta que nosotros mismos seamos los primeros liberados de la degeneración corruptora de los influjos mundanos”.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE