Eric viajó a principios del mes de enero a la turística Punta del Este, donde el conglomerado empresarial Trump está construyendo uno de sus exclusivos hoteles.
Aunque se trató de un viaje meramente de negocios, la seguridad del joven, al ser parte de la familia presidencial, recayó en el Servicio Secreto.
Las habitaciones del hotel de los agentes costaron $88.320, mientras que las del personal de la embajada estadounidense en Montevideo desplazado para apoyar el despliegue de seguridad sumo 9.510 dólares más.
Un total de 97.830 dólares por un viaje corto de dos noches, según indican las facturas a las que tuvo acceso el Post.
Trump ha transferido el control de su conglomerado empresarial a sus dos hijos adultos varones, Donald Jr. y Eric, para evitar posibles conflictos de intereses durante el tiempo en que ocupe la Presidencia.
Sin embargo, persisten las dudas sobre cómo logrará separarse totalmente de una organización que lleva su nombre y tiene propiedades “Trump” en todo el mundo.
“El viaje a Uruguay muestra que el gobierno está inevitablemente involucrado con la compañía Trump como resultado de la negativa del presidente a liquidar sus activos. Así, las agencias del Gobierno están forzadas a pagar para apoyar las operaciones de negocios que en último lugar ayudan a que el presidente se enriquezca”, escribe el diario en su artículo.
“Aunque los Trump han prometido la separación de los negocios y el Gobierno -concluye-, dependerán, sin embargo, de la protección financiada con dinero público que se da a la familia presidencial mientras viajan por el mundo promocionando su marca”.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE