Esta es la primera vez que el magnate recibe los restos de un militar estadounidense fallecido en la primera misión que el mandatario autorizó como parte de la guerra contra el terrorismo de Al Qaeda.
El magnate abandonó la Casa Blanca en el helicóptero presidencial con Ivanka en un desplazamiento no anunciado y con destino que no fue revelado hasta que tomó tierra en la base aérea de Dover, Delaware.
El presidente recibió el féretro de William Ryan Owens, de 36 años, y miembro del “Team 6” de las fuerzas especiales de élite de los Navy Seal.
Ryan cayó el pasado domingo en el sur de Yemen en una misión contra Al Qaeda en la que los estadounidenses dieron muerte a una docena de supuestos terroristas, tres de ellos altos mandos de Al Qaeda, según fuentes del Pentágono.
El militar falleció en un intercambio de fuego en una operación conjunta con militares de los Emiratos Árabes Unidos que se tornó catastrófica y en la que resultaron heridos otros tres militares estadounidenses y en la que un helicóptero de despegue vertical Osprey MV-22 se accidentó y tuvo que ser destruido.
Además, según informó NBC News, también murió en la operación la hija de 8 años del clérigo radical estadounidense-yemení Anwar al Awlaki, al que un dron dio muerte en 2011 y que era considerado uno de los mayores propagandistas de Al Qaeda.
La niña era de nacionalidad estadounidense y, según su abuelo, que fue ministro de Agricultura yemení, no tenía relación alguna con grupos radicales.
La misión antiterrorista, la primera que directamente autorizaba Trump como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, estaba destinada a recuperar material de inteligencia y equipos informáticos con información sobre Al Qaeda, que se ha vuelto a hacer fuente en el caos de la guerra civil en Yemen.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE