Por tercer día consecutivo Donald Trump enfrenta masivas protestas tras decretar el cierra de la frontera de Estados Unidos a los refugiados y a los ciudadanos de siete países musulmanes.
La medida ha sido recibida en medio de un mar de criticas por parte de sus aliados, puesto que ha generado serias confusiones sobre como se implementará la misma, por lo que existe cierta inquietud dentro del Partido Republicano.
Hasta el momento unas 300 personas fueron detenidas y otras se han visto impedidas para viajar por el mundo. Diversos abogados de los derechos civiles advirtieron que la batalla legal contra el veto podría llegar a la Suprema Corte de Justicia.
En el Reino Unido, un manifiesto con más de un millón de firmas reclama este lunes al gobierno anular la visita de Estado del presidente de Estados Unidos, pero hasta el momento el Ejecutivo ha respondido que mantendrá la cita.
Se debe recordar que cuando una petición supera las 100.000 firmas, los parlamentarios deben considerarla para que está sea debatida.
Tanto los legisladores del oficialista Partido Conservador como los del Partido Laborista de la oposición han criticado la iniciativa de Trump, y el líder laborista, Jeremy Corbyn, aseguró que la visita de Estado debería dejarse en suspenso.
Por otra parte la Unión Europea expresa que se asegurará de que sus ciudadanos no sean víctimas del gobierno de Trump, mientras el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos tildó el veto de “mezquino e ilegal”.
El decreto, que entró en vigor el viernes, prohíbe el ingreso de refugiados durante 120 días, sea cual sea su origen, y durante 90 días a ciudadanos de siete países musulmanes: Iraq, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
La medida ha sido recibida en medio de un mar de criticas por parte de sus aliados, puesto que ha generado serias confusiones sobre como se implementará la misma, por lo que existe cierta inquietud dentro del Partido Republicano.
Hasta el momento unas 300 personas fueron detenidas y otras se han visto impedidas para viajar por el mundo. Diversos abogados de los derechos civiles advirtieron que la batalla legal contra el veto podría llegar a la Suprema Corte de Justicia.
En el Reino Unido, un manifiesto con más de un millón de firmas reclama este lunes al gobierno anular la visita de Estado del presidente de Estados Unidos, pero hasta el momento el Ejecutivo ha respondido que mantendrá la cita.
Se debe recordar que cuando una petición supera las 100.000 firmas, los parlamentarios deben considerarla para que está sea debatida.
Tanto los legisladores del oficialista Partido Conservador como los del Partido Laborista de la oposición han criticado la iniciativa de Trump, y el líder laborista, Jeremy Corbyn, aseguró que la visita de Estado debería dejarse en suspenso.
Por otra parte la Unión Europea expresa que se asegurará de que sus ciudadanos no sean víctimas del gobierno de Trump, mientras el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos tildó el veto de “mezquino e ilegal”.
El decreto, que entró en vigor el viernes, prohíbe el ingreso de refugiados durante 120 días, sea cual sea su origen, y durante 90 días a ciudadanos de siete países musulmanes: Iraq, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE