Rex Tillerson insinuó que el gobierno saliente del presidente Barack Obama respondió con demasiada suavidad al hecho de que Moscú tomara parte del territorio ucraniano.
El sorpresivo cambio de tono de Tillerson, refleja notablemente la dificultad que tendrá Trump para persuadir a demócratas y republicanos para que aborden un acercamiento amplio con el gobierno de Rusia.
Tillerson indicó que mantendría las sanciones estadounidenses y calcularía nuevas penalizaciones relacionadas con el entrometimiento ruso en las elecciones presidenciales celebradas en noviembre del pasado año.
El Secretario de Estado dijo que aunque no había leído la evaluación secreta elaborada por la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, era una “suposición razonable” que Putin hubiera ordenado la operación que presuntamente incluyó hackeo, propaganda y mensajes hostiles por internet contra la candidatura de Hillary Clinton y a favor de Trump.
“Rusia hoy representa una amenaza, pero no es impredecible en la promoción de sus propios intereses”, expresó Tillerson a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
El discurso ofrecido por Tillerson reflejó gran parte de los deseos del magnate republicano para mejorar los vínculos con Rusia, sin embargo, la posición del secretario rápidamente se vio modificada al ser presionado por representantes de ambos partidos.
No obstante, criticó las sanciones de Obama a Rusia, que terminaron costándole a Exxon cientos de millones de dólares. Y agregó que “si Rusia actúa con el uso de la fuerza, requiere una demostración de fuerza proporcional”.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE