Un informe de 25 páginas realizado por el FBI, la CIA y la Agencia de
Seguridad Nacional (NSA) sostiene “Consideramos que el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una campaña para influir en 2016 en las elecciones presidenciales de Estados Unidos”.
Y asegura que “Los objetivos de Rusia eran socavar la fe pública del proceso democrático de EE.UU., denigrar a la secretaria Clinton, dañar su posibilidad de ser elegida y su potencial Presidencia. También consideramos que Putin y el Gobierno ruso desarrollaron una clara preferencia por el presidente electo Trump”.
Por otro lado el reporte también advierte que Moscú va a aplicar las “lecciones aprendidas” en su injerencia electoral en Estados Unidos para intentar influir en las elecciones de otros países.
Diversos funcionarios de inteligencia de Estados Unidos presentaron una versión pública de 25 páginas del informe, después de indicar que la información del mismo era de una versión clasificada mucho más extensa.
Donald Trump al recibir el informe no adoptó valoración de la comunidad de inteligencia de que Rusia interfirió en la campaña presidencial, por el contrario, aprovechó el momento para resaltar que cualquier ataque cibernético “no tuvo ningún efecto” en el resultado final de la elección presidencial realizada el pasado año.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE