El gobierno de Uruguay expresó gran preocupación tras la ola de violencia creciente que atraviesa Nicaragua, donde la crisis y la represión se han cobrado unas 285 vidas.
A través de un comunicado de la Cancillería, Uruguay manifestó su consternación por número de fallecidos, por lo que hizo llegar sus más sinceras condolencias y su solidaridad con las familias y los pueblos nicaragüenses.
“Fiel a los principios que orientas a su política exterior”, el país austral llamó al dialogo para que todas las partes alcancen un “acuerdo aceptable” que garantice el “pleno ejercicio de todos los derechos humanos y las libertades individuales” que permitan “construir una convivencia democrática y en paz”.
Asimismo, el gobierno uruguayo alentó a “todas las partes” y, sobre todo, al Gobierno de Daniel Ortega para buscar “soluciones negociadas” para que cese de forma inmediata la violencia.
Por otro lado, Uruguay instó a las autoridades a “acelerar los procesos que permitan esclarecer los hechos de violencia y crímenes cometidos desde le pasado 18 de abril y castigar a los responsables”.
Nicaragua lleva más de dos meses sumergida en la crisis sociopolítica más sangrienta desde los años de 1980, con Ortega también como presidente.
A través de un comunicado de la Cancillería, Uruguay manifestó su consternación por número de fallecidos, por lo que hizo llegar sus más sinceras condolencias y su solidaridad con las familias y los pueblos nicaragüenses.
“Fiel a los principios que orientas a su política exterior”, el país austral llamó al dialogo para que todas las partes alcancen un “acuerdo aceptable” que garantice el “pleno ejercicio de todos los derechos humanos y las libertades individuales” que permitan “construir una convivencia democrática y en paz”.
Asimismo, el gobierno uruguayo alentó a “todas las partes” y, sobre todo, al Gobierno de Daniel Ortega para buscar “soluciones negociadas” para que cese de forma inmediata la violencia.
Por otro lado, Uruguay instó a las autoridades a “acelerar los procesos que permitan esclarecer los hechos de violencia y crímenes cometidos desde le pasado 18 de abril y castigar a los responsables”.
Nicaragua lleva más de dos meses sumergida en la crisis sociopolítica más sangrienta desde los años de 1980, con Ortega también como presidente.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.
Iveth Villalobos / EV Houston Newspaper / EFE / Foto: Reuters