Este miércoles al menos murieron siete civiles por disparos rebeldes contra dos barrios que se encuentran en manos del gobierno.
El país ruso, principal aliado del presidente Bashar Al Asad, acusó a los rebeldes de haber desatado las hostilidades, tras varias horas de tregua, mientras que Turquía, culpó a las tropas del régimen y sus aliados.
El acuerdo de evacuación habría permitido a miles de civiles abandonar las últimas posiciones de los rebeldes en la ciudad del norte, donde están privados de medicamentos, servicios básicos y alimentos.
Tras una pausa de varias horas, se retomaron los bombardeos contra los barrios rebeldes de Alepo, así lo dio a conocer el Observatorio Siria de Derechos Humanos (OSDH).
La pérdida de Alepo, principal bastión de Siria, pondría fin a la rebelión en esta ciudad. En cambio, la derrota de los rebeldes supondría la más importante victoria del poder desde el comienzo de la guerra, en el año 2011.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE