El fiscal general de Colombia, Néstor Humberto Martínez, dijo el martes que el vigilante del lujoso edificio de Bogotá en donde el pasado 4 de diciembre fue violada y asesinada la niña Yuliana Samboní, de siete años, sabía lo que pasaba en el lugar y fue copartícipe del hecho.
“El vigilante tenía conocimiento de lo que estaba ocurriendo en ese momento en el piso donde ocurrió esta circunstancia”, indicó Martínez a periodistas.
El fiscal añadió que “había conocimiento y por supuesto había participación por parte del vigilante del edificio”, identificado como Fernando Merchán Murillo, de 58 años, y quien apareció muerto el viernes pasado en su vivienda del sur de Bogotá.
“No manifestó la verdad ante la Fiscalía General de la Nación” cuando fue interrogado, por lo que la entidad considera que “había coparticipación del vigilante”, precisó Martínez.
Este martes, el fiscal manifestó también que el vigilante hizo anotaciones en el libro de entradas y salidas al edificio que no se ajustan “estrictamente a la verdad”.
El caso de la niña ha estremecido a Colombia por la sevicia con la que actuó el presunto asesino, el arquitecto Rafael Uribe Noguera, de 38 años, quien la raptó en una humilde barriada y la condujo a un apartamento de una zona acomodada en donde la violó y estranguló.
El cuerpo de la menor fue lavado con aceite de cocina al parecer para borrar rastros de sangre y otros fluidos, mientras partes de su ropa fueron halladas en el sanitario del lugar.
De otro lado, Martínez explicó a través de su cuenta en Twitter que fueron hallados vídeos que permiten “apreciar en qué momento la niña se encontraba con vida”.
En otro mensaje señaló “este caso se va a resolver prontamente” y reiteró que “no habrá impunidad”.
El cuerpo del vigilante Fernando Merchán Murillo fue hallado en su casa y las primeras hipótesis policiales apuntaban a un suicidio.
Sin embargo, ayer el director del Instituto Nacional de Medicina Legal, Carlos Valdés, dijo a periodistas que las heridas que presentaba el cadáver del vigilante “no fueron determinantes para causar su muerte”.
Detalló que “las lesiones infligidas” estaban localizadas en “las articulaciones de las manos y a nivel del cuello” pero que “ninguna de ellas reviste la gravedad para explicar la muerte”.
EFE / Foto: EFE