
Bogotá, EFE.- Colombia celebrará el próximo domingo sus elecciones legislativas con un despliegue de más de 260.000 policías y militares que velarán por la seguridad, en una jornada cuya campaña ha sido de las más tranquilas que se recuerda en las últimas décadas, sin atentados y con pocos ataques a candidatos.
Más de 32,7 millones de colombianos están llamados a votar entre los más de 2.300 candidatos que aspiran a ocupar los 102 escaños del Senado, los 166 de la Cámara de Representantes y las cinco sillas del Parlamento Andino, así como a la presidencia de la Alianza Verde.
A diferencia de campañas anteriores, esta se ha vivido con una sustancial reducción de los atentados y ataques de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal insurgencia del país, que desde noviembre de 2012 negocia un acuerdo de paz con el Gobierno en La Habana.
Hace cuatro años las autoridades se incautaron varias toneladas de explosivos que iban a ser usados durante los comicios y desactivaron dos vehículos-bomba abandonados supuestamente por la guerrilla en la frontera con Venezuela.
Además, la víspera de la cita con las urnas se ensombreció con la desactivación de un carro bomba en la ciudad de Cali, la tercera del país, que según las autoridades policiales había sido instalado por las FARC.
Pese a la relativa tranquilidad que ha dominado la campaña el Ministerio de Defensa no se fía de la inactividad de la guerrilla y hoy informó que destinará a más 260.000 militares y policías, la mitad de la fuerza pública de Colombia, a proteger los colegios electorales, ciudades, zonas rurales y carreteras del país.
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