
Fiscales federales de Brasil acusaron formalmente el viernes al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva de haber interferido en una licitación del Gobierno para comprar nuevos aviones caza de combate para favorecer al fabricante sueco Saab AB.
Lula, quien no era presidente cuando ocurrieron presuntamente las prácticas ilegales, fue acusado de haber utilizado sus influencias sobre el gobierno del Partido de los Trabajadores para ayudar a Saab a ganar la licitación por 36 aviones de combate con un valor aproximado de 5.600 millones de dólares.
A cambio de su ayuda, el hijo de lula, Luis Cláudio Lula da Silva, recibió un pago por 2,5 millones de reales, es decir, unos $740.000 de parte de Marcondes & Mautoni, empresa que ayuda a las compañías extranjeras a hacer negocios en el país y que según los fiscales trabajó para Saab.
El ex presidente de Brasil actualmente enfrenta cargos en tres investigaciones criminales relacionadas a un escándalo de corrupción en torno a Petrobras.
Sin embargo, los abogados de Lula rechazaron la apertura de este nuevo proceso y señalaron en un comunicado que la denuncia está basada en procedimientos que fueron tramitados de forma oculta.
“Ni el ex presidente Lula, ni su hijo, participaron o tuvieron algún conocimiento de cualquier acto relacionado con la compra de aviones caza de la empresa sueca SAAB, tampoco de la prórroga de beneficios fiscales”, afirmaron los abogados Cristiano Zanin Martins y Roberto Teixeira.
Además, subrayaron que las acusaciones contra Lula “ponen en jaque a las Fuerzas Armadas Brasileñas” y sobre todo “ataca” a todo el Parlamento del país.
Los abogados reiteraron su denuncia a la Fiscalía por usar “las leyes y los procedimientos jurídicos como una forma de perseguir a Lula” y acusaron al ente de hacer del caso “un espectáculo mediático”.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE