
La alarma saltó a primera hora, sobre las 06:00 am hora local, cuando una empleada del servicio municipal de limpieza encontró un paquete sospechoso en una de las principales avenidas de Manila, Roxas Boulevard, a escasos metros de la embajada estadounidense.
En menos de una hora agentes policiales acordonaron la zona y procedieron a la explosión controlada del artefacto explosivo, el cual según las autoridades estaba formado por un teléfono móvil conectado con dos cables a un motero de 81 milímetros.
Las autoridades no han podido confirmar aún la autoría del intento de ataque con bomba, pero sospechan que el grupo yihadista filipino Grupo Maute, este vinculado con el Estado Islámico.
“No tenemos todavía pruebas materiales, pero podría argumentarse que el ataque con bomba frustrado es obra del Grupo Maute”, dijo en una rueda de prensa televisada el director de la Policía de Filipinas, Ronald dela Rosa.
Dela Rosa indicó que tampoco podían confirmar si el objetivo era el inmueble de la embajada estadounidense en Manila.
El jefe de la Policía explicó que la bomba es parecida a las que ese grupo empleó en el atentado que tuvo lugar en la ciudad sureña de Davao el pasado mes de septiembre y que mató a 14 personas.
El director de la Policía anunció que el cuerpo se encuentra en alerta máxima y que intensificarán las medidas de seguridad por todo el país.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE