Este lunes el presidente Barack Obama inicia su última gira por Europa, donde intentará calmar a los aliados de Estados Unidos tras la elección de Donald Trump como futuro mandatario del país.
Tras denunciar energéticamente durante la campaña electoral el peligro que Trump representaría, ahora Obama tendrá que apaciguar las inquietudes de sus homólogos europeos sobre el futuro de la democracia estadounidense.
“El objetivo del viaje es tranquilizar a todo el mundo explicando que Estados Unidos pasó por una campaña electoral difícil, pero que esto ya pasó. Sólo que, ahora, simplemente tenemos un escenario diferente”, indicó Heather Conley, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
Ni el gobierno, ni los grandes partidos y mucho menos los medios de comunicación anticiparon la victoria de Trump.
El populista neoyorquino inquietó a Europa durante su campaña, donde en reiteradas ocasiones cuestionó la pertinencia de viejas alianzas como la OTAN, el acuerdo mundial de París sobre cambio climático y el pacto nuclear con Irán alcanzado tras prolongadas y duras negociaciones.
Así como también la elogiosa actitud de Trump hacia el presidente ruso, Vladimir Putin.
Debido a las diversas dudas que genera la futura política exterior de Estados Unidos, muchos países europeos se preguntan qué impacto tendrá la victoria del multimillonario en sus regiones.
“Están muy inquietos porque esas mismas fuerzas populistas y nacionalistas, ya sea por la inmigración o por el libre comercio, son también expresiones políticas muy fuertes en Europa”, señaló Conley, quien aprovechó para recordar la proximidad de varios procesos electorales como las presidenciales francesas de 2017.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE