El pasado domingo fue hallado vivo, pero “con notables huellas de tortura”, el padre José Luis Sánchez Ruiz, el tercer sacerdote en ser secuestrado en el estado de Veracruz, en la costa del Golfo de México.
Aunque fue encontrado con vida, Sánchez Ruiz presentaba notables huellas de tortura, su secuestro atrajo nueva atención a las agresiones contra sacerdotes en México.
Los otros secuestrados dos fueron hallados muertos pocos días después de su captura.
La información fue confirmada por el obispo Fidencio López quien no reveló donde había sido hallado Sánchez Ruiz.
Su desaparición provocó dos días de disturbios civiles en la ciudad de Catemaco, conocida por sus curanderos y su selva tropical exuberante, donde habitantes quemaron parte del palacio municipal y una camioneta de la policía.
El sacerdote Aarón Reyes dijo a un medio local que el clérigo había recibido amenazas en los últimos días debido a su activismo.
“Había sido amenazado, ya que es un defensor de derechos humanos y de protestas sociales. Criticaba el sistema de corrupción y el problema de inseguridad en Catemaco”, agregó.
Sánchez Ruiz había participado en una protesta reciente contra los altos cobros de la electricidad, un tema importante debido al amplio uso de ventiladores y otros electrodomésticos para enfrentar el calor extremo en la localidad.
Maholy Leal Medina/EV Houston/Agencias / Foto: Referencial