“Las últimas raciones alimentarias están siendo distribuidas en el momento en el que hablamos”, declaró Jan Egeland, quien dirige actualmente al grupo de trabajo de la ONU en materia de ayuda humanitaria.
“No habrá nada más para repartir la próxima semana”, agregó en una conferencia de prensa.
Más de 250.000 personas que viven en los barrios rebeldes de Alepo están sitiadas desde hace tres meses por las fuerzas del presidente sirio Bashar al Asad.
Jan Egeland informó que la ONU lanzó la semana pasada “una nueva iniciativa” en cuatro puntos diferentes para Alepo del este.
Se trata de que todas las partes autoricen la entrega de ayuda médica, asistencia humanitaria, la evacuación de 300 enfermos y heridos y la entrada de personal médico en esa parte de la ciudad.
Esos cuatro puntos no están condicionados entre ellos, aclaró Egeland.
“Necesitamos la luz verde de todas las partes en el terreno. Necesitamos garantías de seguridad”, Dijo Egeland, quien al mismo tiempo destacó que 20 camiones esperaban en la frontera turca.
Negar permiso para la entrega de ayuda significa “hambrear” a 250.000 personas. “Necesitamos un compromiso total e ininterrumpido de Estados Unidos en Siria”.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE