
Los diputados de la autoproclamada “república popular de Donetsk”, que ha declarado su independencia de Ucrania, eligieron hoy a Denis Pushilin, uno de los líderes más destacados de la sublevación prorrusa contra Kiev, como presidente de su Soviet Supremo (Parlamento).
Pushilin por su cargo es considerado por la Constitución aprobada por los rebeldes como “jefe de Estado”, toda vez que Donetsk se ha autoproclamado república parlamentaria en la que el Soviet Supremo “es el único y permanente órgano legislativo del poder estatal”.
Los diputados de la autoproclamada “república popular de Donetsk”, que ha declarado su independencia de Ucrania, eligieron hoy a Denis Pushilin, uno de los líderes más destacados de la sublevación prorrusa contra Kiev, como presidente de su Soviet Supremo (Parlamento).
Pushilin por su cargo es considerado por la Constitución aprobada por los rebeldes como “jefe de Estado”, toda vez que Donetsk se ha autoproclamado república parlamentaria en la que el Soviet Supremo “es el único y permanente órgano legislativo del poder estatal”.
El politólogo Alexandr Borodái ha asumido la jefatura del gobierno, mientras que Ígor Strelkov, ciudadano ruso y oficial del Servicio de Inteligencia Militar de Rusia (GRU) según Kiev, ha sido nombrado como titular de Defensa.
Los 150 diputados de la rebelde Donetsk aprobaron el pasado viernes una Constitución que recoge el procedimiento de ingreso de la república en un Estado federal.
“En caso de ingreso en un Estado federal, la república sería un sujeto federado con los mismos derechos que el resto”, reza el texto y precisa que las fronteras de la república se corresponden con las de la “antigua región de Donetsk” ucraniana.
Un día después del referéndum sobre la independencia de la región, que tuvo lugar el 11 de mayo pasado, los líderes insurgentes manifestaron su deseo de ingresar en la Federación de Rusia.
La Carta Magna establece dos lenguas oficiales, el ruso y el ucraniano, y se propone fomentar la diversidad cultural y la igualdad de derechos.
Además, proclama la primacía de religión ortodoxa en la república separatista, aunque permite la libertad de credo.
EFE / Foto: EFE