El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó el martes que la posición de varios dirigentes opositores, como Henrique Capriles, de no querer dialogar tiene que ver con una orden del gobernante estadounidense, Barack Obama, de quien dijo, tiene “una obsesión por destruir” al país caribeño “como sea”.
“Yo le hago un llamado a los líderes de la oposición que crean en la democracia de verdad, a los que crean en el diálogo, a que den un paso al frente, a que no se dejen chantajear por los sectores extremistas de derecha, por la derecha mayamera”, dijo el jefe de Estado venezolano desde un acto con sus simpatizantes en Caracas.
El mandatario aseguró que está listo para dialogar y que será él mismo el que asista a la reunión pautada para el domingo, al tiempo que adelantó que ya están designadas las personas “que van a ir a las comisiones de trabajo” en el marco de ese diálogo político, que según dijo, son cuatro.
El lunes el enviado del papa Francisco para el diálogo en Venezuela, monseñor Emil Paul Tscherrig, anunció que el 30 de octubre inicia el diálogo entre el chavismo y la oposición en la oriental isla de Margarita, pero tras darse este anuncio, Capriles aseguró que no se ha iniciado ninguna conversación.
El martes el presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), monseñor Diego Padrón, indicó que la reunión del domingo será para poner los puntos sobre la mesa y que no se ha iniciado ningún diálogo, y explicó que Tscherrig se encuentra explorando las voluntades de las facciones políticas.
Para el miércoles se espera que la oposición venezolana salga a protestar masivamente en todo el país por la suspensión del proceso para activar un referendo para revocar el mandato de Maduro, un plebiscito que el antichavismo puso como condición para sentarse a dialogar con el oficialismo.
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