Nogueira llegó en horas de la tarde a la Comandancia de Guadalajara, a 60 kilómetros de Madrid, de la Guardia Civil española en un convoy integrado por dos coches.
En el trayecto entre el garaje y el edificio de la Comandancia, de unos 50 metros, ha sido increpado por un grupo de brasileños que lo han tachado de “asesino” y “vergüenza para Brasil”.
Mañana por la tarde, hacia las 16:00 horas (09:00 en Houston) está previsto que sea llevado hasta el juzgado de instrucción que instruye el caso por la muerte de los dos niños y sus padres, que presuntamente fueron asesinados por Nogueira en su domicilio familiar de la localidad de la pequeña localidad de Pioz.
El sospechoso llegó el jueves a España solo en un vuelo de la compañía Latam procedente de Brasil. Cuando estaba dentro de la aeronave, antes de despegar, avisó a la Guardia Civil de que venía de camino a España para su entrega.
Ya en el aeropuerto de Adolfo Suárez-Madrid Barajas, el único sospechoso del crimen, fue esposado en la misma puerta del avión y ha pasado la noche en las dependencias que la Guardia Civil tiene en el aeropuerto.
La entrega se produce tras las conversaciones que la familia del sospechoso ha mantenido con los agentes de la Guardia Civil y la Policía encargados del caso, según fuentes de la investigación.
Ayer el ministro del Interior español en funciones, Jorge Fernández Díaz, aseguró que el presunto asesino podría haberse entregado para cumplir condena en una cárcel española y evitar así ser procesado en Brasil.
Patrick Nogueira Gouveia está acusado de matar a Marcos Campos Gouveia (su tío), Janaína Américo, y sus hijos, de 1 y 4 años.
Los cuerpos de los padres fueron cortados por la mitad y los de los dos niños fueron encontrados después de que un vecino alertara sobre el mal olor cerca de la casa de la familia.
El ministro subrayó que todas las pruebas encontradas, tanto la inspección técnico ocular del domicilio, las muestras de ADN localizadas, así como la geolocalización del teléfono móvil, son “abrumadoras” contra Gouveia.
EFE / Foto: EFE