Ocho misiles SCALP, difícilmente detectables y de gran precisión dieron en el blanco y “destruyeron ese centro, situados específicamente en el corazón del territorio controlado por el grupo terrorista” en horas de la noche del sábado al domingo pasados.
Por medio de un comunicado se dio a conocer que dicho misiles eran capaces de ser lanzados a mayor distancia que las bombas, lo cual permitió actuar “contra esos inmuebles de gran importancia situados en zonas pobladas por civiles”, 24 horas antes de que iniciara la ofensiva armada iraquí.
Tres de los aviones que participaron en esta primera misión francesa conjunta pertenecen al Ejército del Aire y volaron desde Jordania.
Los otros cuatro, de la Marina Nacional, provenían del portaaviones Charles de Gaulle, que desde el 30 de septiembre pasado se encuentra en el Mediterráneo oriental, indicó la nota.
El ataque fue preparado y coordinado a distancia por un equipo del Ejército del Aire, detalló.
Esta acción, subrayó el Estado Mayor, se produce tras “semanas de disparos de aeronaves francesas en el marco de la coalición internacional que apoya las operaciones terrestres de las fuerzas iraquíes y kurdas cerca de Mosul”.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE