Las ediciones digitales del diario “Bild” y del semanario “Der Spiegel” señalaron que el joven de 22 años, refugiado sirio en Alemania, se quitó la vida en su prisión de Leipzig a la que había sido trasladado.
Según “Der Spiegel”, Jaber Albakr, de 22 años, que escapó el sábado del cerco policial en torno a su vivienda, fue detenido gracias a la ayuda de un sirio que lo había alojado y al reconocerlo lo denunció, se encontraba bajo vigilancia porque existía riesgo de suicidio y había comenzado una huelga de hambre.
“Hemos tenido éxito. El sospechoso de terrorismo Jaber Albakr fue arrestado durante la noche en Leipzig”, en Sajonia, este del país, informo la policía a través de Twitter.
Los servicios secretos alemanes tenían datos que apuntaban a que el detenido “podría perpetrar un atentado esta semana” en el país, según informó hoy al diario “Frankfurter Allgemeine Zeitung” el presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, Hans-Georg Maassen.
Por ese motivo se puso en marcha el sábado la operación para detenerle, pero Jaber Albakr logró huir de su domicilio en la localidad de Chemnitz (este del país), donde la policía halló explosivos y detonadores.
Pidió alojamiento para pasar la noche en un chat en internet utilizado por solicitantes de asilo sirios y tres compatriotas, también refugiados, lo acogieron en Leipzig.
Según ha narrado uno de ellos, cuando descubrieron su identidad lo ataron de pies y manos y lo entregaron a la Policía, en la noche del domingo al lunes.
En declaraciones previas Maassen había desvelado que se contaba con informaciones que indicaban que Jaber Albakr planeaba atentar contra trenes en Alemania, aunque luego los indicios apuntaban a aeropuertos de Berlín.
El presunto terrorista estaba siendo vigilado por los servicios secretos las 24 horas y cuando compró un pegamento en una tienda de “todo a un euro” las fuerzas de seguridad dieron por hecho que tenía todos los productos necesarios para fabricar su bomba, por lo que pusieron en marcha la operación para detenerle.
El ministro de Interior alemán, Thomas de Maizière, explicó este jueves que no está claro cuándo se radicalizó el joven, que entro en Alemania en febrero del año pasado y fue reconocido como refugiado en junio. Sus datos fueron revisados y no se encontró nada sospechoso.
Según informaciones difundidas por la cadena de televisión pública regional MDR, después de llegar a Alemania como refugiado, Albakr había vuelto al menos en una ocasión a Siria.
El joven viajó en otoño del año pasado dos veces a Turquía y pasó algún tiempo en la localidad siria de Idlib.
EFE / Foto: EFE