Todos tenemos una ciudad que es nuestra favorita, la ciudad donde siempre soñamos regresar una y otra vez para en cada oportunidad descubrir algo nuevo. Desde muchacho, Florencia fue para mí esa ciudad. Soñaba con conocerla y desde que lo hice la primera vez, quedé prendado. No será majestuosa como lo puede ser Paris, o imponente como Roma, pero Florencia… es Fascinante! Inmersa en el arte con su arquitectura renacentista, la capital de La Toscana te convida a caminar y dejarte perder.
En nuestro último viaje (escapada de un día) caminamos 17 kilómetros, sin orden, sin propósito. Si es tu primera vez, es importante que conozcas todos los maravillosos monumentos que la caracterizan y si vas con tiempo, como debería ser la primera vez, es importante que entres a los museos para que entiendas el porqué es la capital del arte. Si ya la conoces déjate llevar, que los monumentos se te cruzarán repetidas veces en tu caminos entre sus callecitas torcidas y coloridas.
La Catedral de Santa María del Fiore, el Palazzo Vecchio, el Ponte Vecchio son alguno de los monumentos turísticos que se te cruzarán y eso sin nombrar las plazas y los museos de la ciudad. Es mucho lo que hay que ver.
La gastronomía de Florencia es maravillosa. Es de campo, es de tierra. Las recetas por lo general han sido conservadas desde su inicio y, al igual que toda Europa, se basan en los alimentos de la localidad.
Nos conseguimos (saltando el orden) con mi corte de pasta favorito, Los Pappardelle (un tipo de fetuccine ancho que permite se le adhiera más la salsa) siendo su típica preparación en ragú de liebre o más rico, en ragú de jabalí. El pan típico “Pan Sciocco” de corteza dura, bajo en sal y cocido en leña, es perfecto para mojar en la salsa sin importar que sea mala educación.
Los Crostini di Fegato (pan frito con paté de hígado) son una muy buena idea para comenzar, recordando siempre que en Italia se pide primero, segundo y tercer plato, así que tenemos que controlarnos al ordenar. De tercer plato, les recomiendo (definitivamente para compartir) la Bistecca a la Fiorentina, un inmenso trozo de carne de res de la raza típica de la zona “Chianina”, que tiene que pesar no menos de 1 kilo. Lo preparan a la parrilla, perfectamente cocido en su exterior y rojo en su interior. Este banquete tenemos que acompañarlo con un maravilloso vino toscano, la zona más prestigiosa de vinos de Italia, pero les adelanto que no es necesario gastar más de lo que puedan, porque los vinos de la casa (toscanos todos) siempre son una buena alternativa, a muy buen precio.
De postre, no creo que tengan espacio, pero una buena idea es seguir caminando, pero esta vez, en busca de una heladería o un buen bar de esos abiertos a la calle donde puedan tomarse un digestivo o porque no, un Aperol Spritz como tanto le gusta a la mía y… comenzar todo otra vez. Definitivamente, me fascina Florencia, hay que volver!
RECOMENDACIÓN: Llegar en tren es una de las mejores opciones, estén pendiente que su estación sea la de Florencia Santa María Novella S.M.N y no RIFREDI para que lleguen al centro turístico de la ciudad. Usar zapatos cómodos es muy importante ya que sus calles y aceras son muy irregulares.
TIP DE LA SEMANA: antes de viajar, es importante saber para dónde vamos, la cultura, qué vamos a ver y en mi caso, qué vamos a comer y dónde. La comida, es tan importante como la arquitectura de una ciudad para poder entender su cultura. Aprovecha y prueba lo autóctono de cada lugar, que en el caso de Europa, cambia drásticamente de pueblo en pueblo.
Recuerda, vive la experiencia en positivo y disfruta los resultados!
Manuel E. Guzmán-López
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Manuel Guzmán-López / foto: referencial