Los líderes sindicales “se comprometen a suspender el movimiento huelguista por 15 días, cuando será realizada una nueva reunión con el gobierno”, así lo confirmó Eliseu Padilha, jefe del gabinete del presidente Michel Temer, en una conferencia de prensa en Brasilia.
El gobierno se comprometió por su lado a suprimir al menos un impuesto sobre el diésel y a implantar un sistema de subvenciones para prolongar la reducción de 10% del precio del diésel en las gasolineras anunciadas en la víspera por Petrobras, inicialmente limitado a quince días.
Queda por ver cuál será el acatamiento de los levantamientos de los centenares de bloqueos de rutas que este jueves tuvieron lugar en 26 de los 27 estados del país, incluyendo los más ricos como Sao Paulo, Rio de Janeiro y Minas Gerais.
La principal reivindicación de los transportistas es la reducción del valor del diésel, cuyo precio ha sufrido aumentos diarios recientemente por la política de Petrobras de alinear los valores a las variaciones del mercado internacional.
Esto hace prácticamente inviable su trabajo, alegan los camioneros.
Uno de los gremios, la Asociación Brasileña de Camioneros (Abcam), abandonó prematuramente la reunión afirmando que su grupo no concuerda con la tregua.
Pese a ello, el gobierno espera con la tregua ver “la desmovilización de toda la paralización y una vuelta a la tranquilidad”, según afirmó Padilha.
El anuncio de la tregua fue hecho en conjunto por sindicalistas y ministros en el Palacio de Planalto tras más de siete horas de reuniones a puertas cerradas, mientras los noticieros se hacían eco de los efectos de la huelga.
Iveth Villalobos / EV Houston Newspaper / AFP / Foto: Reuters