Otra sensacional y tendenciosa noticia en el mundo bursátil y corporativo de las telecomunicaciones inalámbricas está acaparando la atención de pequeños, medianos y grandes inversores.
El gigante T-Mobile (NASDAQ:TMUS) aparentemente (después de una fallida transacción durante la era Obama), según anunciaron portavoces oficiales de la empresa este domingo 29 de Abril de 2018, por fin absorberá toda la operación de uno de sus grandes competidores: Sprint (NYSE:S).
Esta transacción está supeditada a la aprobación final de los reguladores de esta materia, y sumaría ambas bases de clientes hasta un exorbitante número de 100 millones de usuarios, haciéndole efectivamente la competencia a las dos grandes potencias telecomunicacionales, AT&T (NYSE:T) y Verizon (NYSE:VZ).
Si la dupla T-Mobile/Sprint puede demostrar que la red 5G es “alcanzable” a costos manejables, con retorno de la inversión en un plazo razonable, y provee los beneficios que está prometiendo, entonces la Federal Communications Commission (FCC) y el Ministerio de Justicia (Department of Justice) sonreirían y levantarían sus pulgares para dar una brillante luz verde.
Ante todo, la red 5G se ha convertido en un tema estratégico para el gobierno federal (por temas de seguridad, defensa y comercio – léase: frenar el impulso comercial internacional chino), y éstos argumentos serían sin duda los factores que ayudarían a a concretar de este sueño. Si a esto se le añade que esta transacción crearía nuevos puestos de trabajo, apertura de nuevas oficinas en zonas rurales, y un mejor servicio, no quedaría duda que habría consenso en aprobar este ensayo.
Objetivamente analizando este escenario, el cual propone una demostración de globalización y creación de eficiencias, no deja de preocupar al consumidor final la potencial cimentación del camino a la cuasi-monopolización de esta industria. No sería posible un total monopolio dadas las claras reglas de las leyes y regulaciones anti-monopolio existentes en Estados Unidos, pero sí es un hecho que quedaría un jugador menos para un total de 3, quienes definirían el juego del manejo y prestación de servicios inalámbricos al usuario final.
Desde mi punto de vista de consumidor, yo quisiera ver tantas opciones sea posible para poder tener la última palabra a la hora de escoger a mi proveedor. Un claro ejemplo de autonomía del consumidor en la escogencia de proveedores es el de la industria de utilities, donde la diversidad de operadores a nivel estatal y nacional hace que la competencia por la captación de clientes sea más férrea y se traduzca en mejores servicios a precios más razonables.
Los precios de las acciones de ambas empresas, como era previsible, cayeron el primer día luego del anuncio de esta potencial mega absorción. Es regla casi universal que luego de la divulgación formal de este tipo de noticias, en el caso de una verdadera absorción, el precio de las acciones de la compañía “absorbida” caiga, a veces de manera estrepitosa. Igual ocurre, pero a menor escala con la empresa que absorbe.
No se trata de una fusión, en la que ambas partes están cohesionando sus procesos, estructuras, tecnologías y estrategias, y donde cada parte queda en la ecuación con valores equitativos.
Se trata de una “toma” en la que se generan muchos inciertos y en la que probablemente la marca de la empresa absorbida se desvanezca, ya sea inmediatamente o con el tiempo.
¿Quién recuerda Cingular? Luego que ésta fuera absorbida por AT&T hace un poco más de 10 años, la marca prácticamente pasó al olvido. Lamentablemente es una realidad, pero histórica e inequívocamente, cada absorción empresarial conlleva a reducciones de personal antes de que la empresa adquiriente vuelva a la senda de contratación.
En el mundo de Mergers & Acquisitions (M&A, por sus siglas en inglés) los resultados de cada ensayo son sólo confirmados en el tiempo. El objetivo primordial: crear una red 5G eficiente y escalable, mejores y más confiables servicios telecomunicacionales inalámbricos, la creación de más puestos de trabajo, y ciertamente, prosperidad y riqueza.
Douglas Chemaly / foto: referencial