
“¿Por qué deberíamos apoyar a estos países cuando no nos apoyan (ni siquiera en las Naciones Unidas)?”, tuiteó Trump. Y dijo que EE.UU., junto con México y Canadá, han “armado una oferta FUERTE”.
Se espera que FIFA, la organización que gobierna el fútbol de todo el mundo, decida en junio el anfitrión de la edición de 2026, que será la primera en expandirse a 48 países.
La oferta liderada por EE.UU., que incluiría partidos en 23 ciudades de ese país, México y Canadá, ha tropezado con un desafío inesperadamente fuerte de parte de Marruecos, que nunca antes ha sido sede del torneo.
Eso se debe en parte a que la prohibición de viajes de Trump, que suspende el ingreso a EE. UU. desde seis países de mayoría musulmana, ha irritado a los principales funcionarios del fútbol mundial.
“Cuando se trata de competencias de la FIFA, cualquier equipo que se clasifique a una Copa del Mundo, incluidos los aficionados y el personal de ese equipo, debe tener acceso al país, de lo contrario no habrá Mundial”, dijo el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en una conferencia de prensa el año pasado, según The Guardian.
Según la oferta estadounidense, 60 de los 80 partidos se jugarían dentro de EE.UU., mientras que Canadá y México organizarían 10 juegos cada uno.
Marruecos, que intentó varias veces ser sede de la competencia, también ha reclutado el apoyo de figuras del deporte, entre ellas Sepp Blatter, el expresidente de la FIFA expulsado del fútbol en 2015 por denuncias de mala conducta financiera y ética.
Se excluirá a los cuatro miembros oferentes de la votación, lo que significa que 207 federaciones miembros decidirán. A diferencia de las competiciones pasadas de la Copa del Mundo, que han involucrado acusaciones de corrupción, la FIFA ha dicho que publicará el voto de cada federación miembro.
Bloomberg / Foto: AFP