Este jueves la reina Isabel II, dio su permiso formal a su “muy amado” nieto, el príncipe Harry, para que este contraiga nupcias con su novia estadounidense Meghan Markle.
En una carta al Consejo Privado, un órgano asesor formal de la monarca compuesto por políticos, jueces y obispos, la reina confirmó su aprobación de la boda de Harry, el quinto en la línea de sucesión al trono, y Markle, estrella de la serie de televisión “Suits”.
“Declaro mi consentimiento a un contrato de matrimonio entre mi muy amado nieto el príncipe Henry Charles Albert David de Gales y Rachel Meghan Markle”, decía la carta con fecha del miércoles.
La unión de Enrique y Meghan, como todas las de los primeros seis miembros de la realeza en línea directa a la sucesión, tiene que ser aprobada por la reina en virtud de la Ley de Sucesión al Trono del 2013, que reemplazó a una ley incluso más autoritaria que databa del siglo XVIII.
La medida fue meramente una formalidad, dado que la reina ya había expresado por medio de un comunicado lo dichosa que está por la pareja y asistirá a la boda del 19 de mayo en su hogar en el Castillo de Windsor.
La monarca también invitó a Markle a pasar Navidad con la familia real en su finca de Sandringham, en el este de Inglaterra.
Iveth Villalobos / EV Houston / Reuters / Foto: Reuters