Este martes el Sevilla buscará romper su maldición ante el Manchester United en la que será su quinta participación en los octavos de final de la UEFA Champions League, una ronda de la competición que es la gran espina de la historia moderna sevillista en la que tantas alegrías ha tenido Europa.
En el 2008, los pupilos de Manolo Jiménez protagonizaron la vuelta del club de Nervión a la competición 50 años después.
En la fase de grupos dieron la sorpresa clasificándose como primeros de su grupo por delante de un Arsenal que hizo un primer tramo de la temporada espectacular en la Premier League.
Ser primero permitió al Sevilla medirse a un rival a priori inferior como era el Fenerbahçe y, además, se aseguró de tener el factor campo a favor.
La mayor dificultad parecía estar en el partido de ida en el infierno turco y de allí el Sevilla salió vivo con un 3-2 en contra, aunque mereció que el duelo acabara en empate. En la vuelta la remontada llegó a estar casi resuelta con un 3-1 en el primer tiempo, pero a falta de diez minutos los turcos forzaron la prórroga y después unos penaltis que costaron la eliminación a los españoles.
Dos años después, los de Nervión volvieron a tener una nueva oportunidad. Fueron primeros en su grupo y en octavos le tocó la “cenicienta”, el CSKA de Moscú. El resultado de la ida en Rusia fue aún más positivo que dos años antes, ya que sacaron un valiosísimo 1-1. En el partido decisivo, el Sevilla se adelantó con un gol tempranero de Perotti pero los moscovitas dieron la vuelta al cruce liderados por Honda, que hizo el decisivo 1-2 en una falta en la que Palop, héroe sevillista en otras muchas noches, falló estrepitosamente.
En 2017 la historia se repitió frente al Leicester City. Los sevillistas eran favoritos, pero justo antes de la eliminatoria, el equipo de Sampaoli sufrió un claro bajón físico. En la ida hizo unos primeros 70 minutos espectaculares, se puso ganando 2-0 y pudieron ser 3 si Correa no hubiera fallado un penalti, pero en la recta final, un gol de Vardy dejó todo por decidir para el King Power Stadium.
Los foxes remontaron con goles de Morgan y Albrighton y el Sevilla mereció forzar la prórroga, pero un disparo de Escudero se estrelló en la madera y N’Zonzi falló un nuevo penalti decisivo y la expulsión de Nasri terminó de sacarlos del partido. La suerte volvía a esquivar a los de Nervión.
Los tres fracasos en la primera década del Siglo XXI han dejado la edición de la Copa de Europa de 1958 como la mejor participación histórica del Sevilla en la máxima competición continental. Los hispalenses fueron subcampeones de La Liga en el 57 por detrás del Madrid, pero pudieron debutar en la competición, ya que los merengues ese año también ganaron el título europeo.
Tras eliminar al Benfica (3-1 y 0-0), al Arhus (4-0 y 0-2), el Sevilla se plantó en cuartos, donde precisamente se midió al equipo merengue, que los eliminó tras un contundente 8-0 en el partido de ida disputado en la capital de España que fue insuperable en la vuelta.
La estela de los pioneros de 1958 quiere seguir ahora el Sevilla de Vicenzo Montella, el Manchester United es el ahora el equipo que amenaza con prolongar la maldición sevillista. Al contrario del Fenerbahçe, el CSKA de Moscú o el Leicester City, los “Red Devils” llegan como favoritos al cruce tras el 0-0 de la ida y será el conjunto andaluz el que intente dar la sorpresa.
Goal / Foto: Referencial