En un acto de campaña celebrado en una de las sedes de la universidad Miami Dade College (MDC), en Miami (EE.UU.), la ex secretaria de Estado lamentó que por contra su oponente republicano, Donald Trump, “no es un creyente” del cambio climático ni de sus efectos.
“No podemos seguir mandando a quienes niegan el cambio climático al Congreso y a la Casa Blanca”, proclamó la candidata demócrata en un mitin enfocado en la defensa del medio ambiente en el que estuvo acompañada por Al Gore, quien fue vicepresidente durante el Gobierno de Bill Clinton (1993-2001) y es un reconocido ambientalista.
La ex secretaria de Estado afirmó que Estados Unidos puede desarrollar “nuevas soluciones de energía limpia”, puede transformar su economía con base en estas fuentes energéticas y “puede unir el mundo para cortar las contaminaciones de carbono”.
“Podemos cumplir con nuestra obligación moral de proteger nuestro planeta para nuestros hijos y nietos”, señaló durante el acto de campaña, en el que fue interrumpida por oponentes en dos ocasiones aunque sus gritos fueron sepultados por los seguidores de Clinton.
La aspirante demócrata, que según una encuesta de intención de voto en Florida difundida ayer aventaja a Trump por tres puntos (45 % frente a 42 %), lamentó estar “compitiendo contra una persona que niega el cambio climático”.
Si llegase a la Presidencia, “quizás Donald (Trump) escucharía a los líderes militares que dicen que el cambio climático es una amenaza nacional”, alertó la aspirante demócrata.
Clinton, como luego hizo Gore, se dirigió a los votantes de Miami cuando señaló que el cambio climático, lejos de tratarse de “eventos extremos”, según sostienen algunos republicanos, es “una realidad diaria” como se puede comprobar en las calles de Miami Beach que sufren recurrentes inundaciones.
“Es irresponsable” que el senador republicano por Florida Marco Rubio diga “no soy un científico” cuando se le pregunta por el cambio climático, afirmó la candidata demócrata, quien criticó también que el gobernador de este estado, Rick Scott, haya “ordenado” a sus funcionarios que “no usen nunca el término cambio climático”.
“¿Cómo puede ser que su estado, el ‘estado soleado’ (sobrenombre de Florida), tenga menos energía renovable que Nueva Jersey?”, se preguntó Clinton, quien prometió que si es elegida, apostará por el uso de energías renovables, fuente de trabajo para dos millones de personas.
“Las elecciones tienen consecuencias, tu voto cuenta. Tu voto tiene consecuencias”, dijo a su turno Gore, instando a la participación de los votantes jóvenes el 8 de noviembre.
Tanto Clinton como su rival Donald Trump, quien el martes realizó también un mitin en Panama City, cortejan desde hace una semanas con diferentes actos de campaña a los votantes de ese estado, clave en el proceso electoral.
En el noroeste de Florida, el magnate volvió ayer a la investigación sobre el uso que hizo Clinton de un servidor privado para manejar sus correos electrónicos profesionales cuando era secretaria de Estado (2009-2013) y, tal como hizo en el último debate presidencial, prometió que, si llega al poder, nombrará un fiscal especial que la investigue.
“Tenemos que investigar a Clinton y tenemos que investigar la investigación”, afirmó el aspirante a la Casa Blanca por el Partido Republicano, para agregar que el escándalo del uso de un servidor privado constituyó “conspiración y corrupción de primer orden”.
Florida, que es uno de los estados pendulares (“swing”), como se conoce a los que no tienen un patrón de voto fijo, concede 29 colegios electorales al candidato que gane en su territorio, un número vital para llegar a los 270 que se necesitan para ser presidente de Estados Unidos.
El plazo para el registro de votantes en Florida terminaba hoy pero fue ampliado hasta el miércoles a las 17.00 horas locales (21.00 GMT) debido a una medida provisional adoptada este lunes por un juez federal, a raíz de una demanda presentada por el Partido Demócrata contra el estado de Florida.
Hasta agosto pasado más de 12,5 millones de floridanos estaban registrados, entre ellos más de 4,7 millones de demócratas, 4,4 millones de republicanos y 3,2 millones de independientes, según datos oficiales.
En su camino hacia la consecución del mayor número de votos en este estado, Clinton sumó el respaldo de la influyente Asociación de Constructores Latinos (LBA), que anunció hoy que por primera vez desde 1971 apoyará a un aspirante demócrata a la Presidencia de Estados Unidos.
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