Los ciudadanos de Florida ya se comienzan a preparar para la llegada de Matthew, por lo que han empezado una maratónica jornada en busca de comida, agua, gasolina, medicinas y barreras de contención para encarar el impacto del huracán.
Se tiene previsto que Matthew llegue este jueves en horas de la mañana por el sureste de Estados Unidos como un huracán de categoría mayor.
En horas del mediodía de este jueves diversos establecimientos ya sufrían desabastecimiento de linternas, baterías, agua y gas propano.
Uno de los artículos más solicitados en toda la semana son los tablones de madera, los cuales son utilizados para sellas ventanas y puertas, ya que Matthew podría causar estragos con fuertes lluvias, inundaciones, deslizamientos, marejadas y hasta tornados.
Barack Obama aseguró este miércoles que Matthew “puede tener un devastador efecto”, debido a que puede ganar fuerza tras pasar hoy por el archipiélago de las Bahamas con categoría 3.
American Airlines suspendió todos sus vuelos con destino a aeropuertos del sur de Florida, y los vuelos de salida se mantendrán solo hasta mediodía. Otras compañías ya ofrecieron a los pasajeros que fueran a volar los días 6 y 7 desde o hacia el sur del estado cambiar las fechas.
En su boletín de las 18.00 GMT, el NHC indicó que Matthew se desplaza hacia el noroeste con una velocidad de 12 millas por hora (19 km/h) y se encuentra a 70 millas (115 kilómetros) al nornoreste de Cabo Lucrecia (Cuba) y a 70 millas (115 kilómetros) al sur de Long Island, en Bahamas.
El NHC prevé acumulaciones de agua desde 4 pulgadas a un máximo de 10 en algunas zonas (de 10 a 25 centímetros) en la costa este de la parte central de Florida, y de 1 a 5 (de 2,5 a 12 centímetros) en los Cayos, la parte más meridional del estado.
El nivel del mar puede aumentar hasta 5 pies (1,52 metros) en zonas costeras del centro de Florida.
“Preparémonos para lo peor y esperemos lo mejor”, señaló el gobernador de Florida, Rick Scott.
El NHC mantiene un aviso de huracán para el norte de Golden Beach hasta los condados de Flagler y Volusia, en la costa noreste de Florida, y el lago de Okechobee, al norte del condado de Miami-Dade.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE